1 de agosto de 2014

FUTBOLEROS






Desde que existe la humanidad
ha sido controlada por sus dirigentes
que han manejado a las masas con más o menos habilidad
y con el tiempo han surgido técnicas eficientes.

Aparecen las religiones
los fieles, cuan rebaño, siguen sus ritos y recomendaciones
y un señor barbado entra en acción
y dice con grande convicción
"el opio del pueblo se llama religión"
y propicia una histórica revolución.

Desde entonces las masas se han diversificado
pero los mandatarios no por eso se han achantado
y han encontrado una eficaz y contundente combinación
el fútbol potenciado por la televisión:

Toda la terrenal población
ateos y creyentes
viejos, niños, adolescentes
tontos e inteligentes
están todos muy pendientes
de ese deporte universal
emocionante, colosal
que a lo largo del año casi en su totalidad
tiene entretenido al aficionado
absorto y enajenado
lleno de una artificial felicidad.

La temporada de futbol en nuestra nación
es de prolongada y cansina duración;
claro está, hay que dar “carnaza” a la afición:

A finales de agosto – o antes – comienza ya la liga
pero antes se celebra el sorteo, que “tiene su miga”
¡Ojo al dato!, todos atentos
de los “derbis” y “clásicos”, las fechas hay que anotar
no se puede uno perder esos magnos acontecimientos
a reservar los huecos en nuestras agendas sin tardar.

Y esta extensa liga a la gente tiene entusiasmada
y está sabiamente combinada
con la “copa”, la “champions”, torneos de clasificación …
para el mundial, eurocopa… según el año en cuestión,
que cuando la liga – a finales de la primavera - ha terminado,
¡aparecen!, ¡la fiesta futbolera todavía no ha acabado!

Unos días en julio, vienen bien
para que el aficionado descanse y el futbolista también...
Eso si, en estos pocos días de relajación
vienen los dimes, diretes y fichajes
pues el hincha necesita diariamente su dosis,  su ración
para sobrellevar el  balonpédico estiaje.

Pero enseguida vienen las giras por el extranjero
para hacer caja, mucho dinero
y los torneos del verano
que devuelven al aficionado
este espectáculo por la mayoría ansiado
bien porque produce como las drogas, adicción
o bien porque muchos se enriquecen con esto del balón.