Presento esta noticia sorprendente
que no dejará a nadie indiferente
El sueño de Aitor G. R. era ser militar. Desde la infancia, cuando jugaba con la pandilla de los niños a los soldaditos y a la guerra, supo que estaba llamado a "defender España". Como mínimo quería llegar a teniente. Por eso, cuando el tribunal médico militar que le examinó en febrero del año pasado le soltó a bocajarro que no podía ingresar en el Ejército, a Aitor se le vino el mundo encima.
La vocación militar de Aitor fue temprana
pues jugando de niño a los soldaditos,
supo que su destino estaba ya escrito:
defendería a su patria, España.
Así es que cuando el niño creció
en el ejército quiso ingresar
un tribunal médico le reconoció
pero inútil le fue a declarar
- ¿Alguna operación?, le había preguntado rutinariamente la doctora que le reconoció.
- Bueno, sí, hace dos años me hice una mastectomía [cirugía para extraer los senos], dentro de un proceso de reasignación de sexo. Y estoy en lista de espera para que me pongan un pene, le había respondido Aitor, que se vio forzado a añadir, como justificándose:
- Es que soy transexual.
Y es que nuestro hombre no tenía miembro, era transexual
y como tampoco tenía órgano femenino
el tribunal descolocado no le encontró un adecuado destino
a esta persona que era anormal
Cuenta Aitor que a la facultativa se le cambio la cara. Que negó con la cabeza. Que le dijo: "Lo vas a tener difícil, Aitor". No le dejaron ni hacer las pruebas físicas. El "no apto" llegó después, en una comunicación oficial y por escrito. Los motivos fueron dos: la "falta total del pene" y la "pérdida, ausencia o atrofia de ambos testículos".
Resulta que en ejército español
el pene es arma muy principal
pues acompañado de sus testes juega un papel primordial
en la defensa del territorio nacional
quizás sea una pieza clave y meridiana
ya que apuntando bien al contrincante
dispara munición certera que hace diana
con efectos sorprendentemente paralizantes
o a lo mejor este utensilio desenvainado y tieso
soporta con firme maestría
artilugios de moderna tecnología
de efectos letales sobre el enemigo avieso
Así aparecen recogidos en el Cuadro Médico de Exclusiones de la resolución 452/38002/2007, junto a otras razones que imposibilitan el acceso a la carrera militar, como 'enfermedades infecciosas y parasitarias', 'tumores malignos', 'epilepsia', 'psicosis', 'trastornos mentales', 'linfomas', 'déficit intelectual'... En total, se describen más de un centenar de 'afecciones' en esta resolución, aprobada en enero de 2007 por la Subsecretaría de Defensa para convocar plazas de militares profesionales de tropa y marinería. La falta de pene y de testículos figuran en el epígrafe correspondiente al 'apartado urogenital' (la letra J), junto a la 'ausencia de un riñón' o a la 'incontinencia urinaria', otros dos motivos para no ser admitido en el Ejército. Pero también hay un apartado de 'ginecología' (la letra K) dedicado especialmente a las mujeres.
En la legislatura del ejército existe una resolución
que regula las aptitudes del soldado español y peninsular
y la falta de tales genitales como órganos que son
lastran y restan eficacia a todo militar
"Yo no estoy enfermo", asegura Aitor, de 28 años, desde su casa de un pueblo de Jaén. "Puede que todavía no tenga los genitales masculinos, pero, que yo sepa, esto no es ni una incapacidad ni una minusvalía, como parece que se desprende de la resolución".
El cuitado dice que no está enfermo
por carecer de órgano reproductor
este hombre quiere hacer allí la guerra
y no pretende ejercitar el amor
Aitor no se dio por vencido y, a pesar de la "humillación" que sintió, recurrió el fallo. Primero, a la Comisión Permanente de Selección, que le volvió a vetar la entrada tras otra revisión médica, y después, a la Subsecretaría del Ministerio de Defensa. Hasta hoy no ha recibido respuesta. Y eso que hay precedentes que le dan la razón. En 2004, la Armada admitió a la primera militar transexual: María del Mar (antes José Antonio) Gordo Pantoja obtuvo la autorización de la marina para reincorporarse como cabo tras cambiar de sexo. Dos años después, la Guardia Civil reintegró a la primera transexual del Instituto Armado, Alba (antes José Carlos) Romero, después de que un tribunal militar la hubiera declarado "inútil" por no tener gónadas.
El joven recurre la resolución, pues no se da por vencido
ya que en la Marina y en la Guardia Civil hay transexuales admitidos
será que en el Ejército el pene es arma fundamental
para defender nuestro territorio nacional
por las razones arriba indicadas
y quizá, algunas más, que celosamente están guardadas
¿serán secreto de Estado…
y el pobre Aitor no está enterado?
"Yo no voy a servir a España ni con el pene ni con los testículos", argumenta Aitor. "Simplemente quiero ser soldado, no actor porno. El miembro no lo necesito para nada en este trabajo".
El chico se queja con cierto desparpajo
el propio protagonista hace estas declaraciones
parecen son acertadas sus aseveraciones,
pero… ¿necesitará el miembro para este trabajo?
que no dejará a nadie indiferente
El sueño de Aitor G. R. era ser militar. Desde la infancia, cuando jugaba con la pandilla de los niños a los soldaditos y a la guerra, supo que estaba llamado a "defender España". Como mínimo quería llegar a teniente. Por eso, cuando el tribunal médico militar que le examinó en febrero del año pasado le soltó a bocajarro que no podía ingresar en el Ejército, a Aitor se le vino el mundo encima.
La vocación militar de Aitor fue temprana
pues jugando de niño a los soldaditos,
supo que su destino estaba ya escrito:
defendería a su patria, España.
Así es que cuando el niño creció
en el ejército quiso ingresar
un tribunal médico le reconoció
pero inútil le fue a declarar
- ¿Alguna operación?, le había preguntado rutinariamente la doctora que le reconoció.
- Bueno, sí, hace dos años me hice una mastectomía [cirugía para extraer los senos], dentro de un proceso de reasignación de sexo. Y estoy en lista de espera para que me pongan un pene, le había respondido Aitor, que se vio forzado a añadir, como justificándose:
- Es que soy transexual.
Y es que nuestro hombre no tenía miembro, era transexual
y como tampoco tenía órgano femenino
el tribunal descolocado no le encontró un adecuado destino
a esta persona que era anormal
Cuenta Aitor que a la facultativa se le cambio la cara. Que negó con la cabeza. Que le dijo: "Lo vas a tener difícil, Aitor". No le dejaron ni hacer las pruebas físicas. El "no apto" llegó después, en una comunicación oficial y por escrito. Los motivos fueron dos: la "falta total del pene" y la "pérdida, ausencia o atrofia de ambos testículos".
Resulta que en ejército español
el pene es arma muy principal
pues acompañado de sus testes juega un papel primordial
en la defensa del territorio nacional
quizás sea una pieza clave y meridiana
ya que apuntando bien al contrincante
dispara munición certera que hace diana
con efectos sorprendentemente paralizantes
o a lo mejor este utensilio desenvainado y tieso
soporta con firme maestría
artilugios de moderna tecnología
de efectos letales sobre el enemigo avieso
Así aparecen recogidos en el Cuadro Médico de Exclusiones de la resolución 452/38002/2007, junto a otras razones que imposibilitan el acceso a la carrera militar, como 'enfermedades infecciosas y parasitarias', 'tumores malignos', 'epilepsia', 'psicosis', 'trastornos mentales', 'linfomas', 'déficit intelectual'... En total, se describen más de un centenar de 'afecciones' en esta resolución, aprobada en enero de 2007 por la Subsecretaría de Defensa para convocar plazas de militares profesionales de tropa y marinería. La falta de pene y de testículos figuran en el epígrafe correspondiente al 'apartado urogenital' (la letra J), junto a la 'ausencia de un riñón' o a la 'incontinencia urinaria', otros dos motivos para no ser admitido en el Ejército. Pero también hay un apartado de 'ginecología' (la letra K) dedicado especialmente a las mujeres.
En la legislatura del ejército existe una resolución
que regula las aptitudes del soldado español y peninsular
y la falta de tales genitales como órganos que son
lastran y restan eficacia a todo militar
"Yo no estoy enfermo", asegura Aitor, de 28 años, desde su casa de un pueblo de Jaén. "Puede que todavía no tenga los genitales masculinos, pero, que yo sepa, esto no es ni una incapacidad ni una minusvalía, como parece que se desprende de la resolución".
El cuitado dice que no está enfermo
por carecer de órgano reproductor
este hombre quiere hacer allí la guerra
y no pretende ejercitar el amor
Aitor no se dio por vencido y, a pesar de la "humillación" que sintió, recurrió el fallo. Primero, a la Comisión Permanente de Selección, que le volvió a vetar la entrada tras otra revisión médica, y después, a la Subsecretaría del Ministerio de Defensa. Hasta hoy no ha recibido respuesta. Y eso que hay precedentes que le dan la razón. En 2004, la Armada admitió a la primera militar transexual: María del Mar (antes José Antonio) Gordo Pantoja obtuvo la autorización de la marina para reincorporarse como cabo tras cambiar de sexo. Dos años después, la Guardia Civil reintegró a la primera transexual del Instituto Armado, Alba (antes José Carlos) Romero, después de que un tribunal militar la hubiera declarado "inútil" por no tener gónadas.
El joven recurre la resolución, pues no se da por vencido
ya que en la Marina y en la Guardia Civil hay transexuales admitidos
será que en el Ejército el pene es arma fundamental
para defender nuestro territorio nacional
por las razones arriba indicadas
y quizá, algunas más, que celosamente están guardadas
¿serán secreto de Estado…
y el pobre Aitor no está enterado?
"Yo no voy a servir a España ni con el pene ni con los testículos", argumenta Aitor. "Simplemente quiero ser soldado, no actor porno. El miembro no lo necesito para nada en este trabajo".
El chico se queja con cierto desparpajo
el propio protagonista hace estas declaraciones
parecen son acertadas sus aseveraciones,
pero… ¿necesitará el miembro para este trabajo?
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