Soy un paniaguado
y de manera sólida aunque coyuntural
estoy convenientemente enchufado
me he ganado el cargo que no está nada mal.
Me he entregado al partido
múltiples cafés a los jefes he servido
y a base de servilismo, empeño y tesón
y siempre con la debida sumisión
vivo con la satisfacción
de dar a toda mi familia colocación.
Acudo de forma puntual
al mitin y a la reunión
a la asamblea y a la concentración
y aplaudo con entusiasmo sin igual.
Las ocurrencias de mi
superior
aunque a veces no las comparto
las alabo con ardor
y de ellas nunca me harto.
En mi puesto de asesor
aconsejo y recomiendo
aunque muchas veces yo no entiendo
si lo hago mejor o peor.
Y cuando llegan las elecciones
realizo todo tipo de acciones
coloco pegatinas en muros y paredones
reparto propaganda en todos los buzones
hago bulto y aplaudo en mítines y convenciones
y a los jefes, genuflexiones,
reverencias, palmaditas, inclinaciones…
siempre estrecho lazos
y doy falsos abrazos.
Soy servil y baboso con mi superior
y tirano y déspota con mi inferior.
En todo tipo de actos y reuniones
congresos y celebraciones
visitas, encuentros, jornadas
salidas, entradas y paradas,
luzco una corbata vistosa y colorida
que escojo de mi espléndida colección
que con gran empeño y tesón
he ido aumentando a lo largo de esta mi sierva vida.
Y si el jefe en plena campaña electoral
baja al ruedo y va descamisado
yo, como soy muy disciplinado
tiro la corbata y me descamiso igual.
Soy lacayo, soy secuaz
soy esbirro, sumiso y pertinaz
marrullero, mamandurrio y trepador sagaz
los deseos de mi jefe son órdenes para mi
y siempre a todo le digo que si.
El aplauso es mi lema
la sumisión mi estandarte
el ser servil es para mí un arte
y “peloteo” sin problema
y a la hora de votar
voto y voto sin parar.
1 comentario:
Ah, pero Ali Baba todavía vive?
Y dónde va a ser eso?
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