El sistema más famoso
de navegación
es decir el GPS que
lleva un coche en su circulación
para una correcta
orientación
y llegada a su
destino sin equivocación
es el Tom Tom.
Pero tiene una serie
de inconvenientes
que lo hace a veces
muy impertinente:
Es muy conveniente en
primer lugar
actualizarlo sin
mucho tardar
lo cual merma algo tu
economía
que en plena crisis
no es precisamente una alegría;
si no se realiza tal
actualización
no es aconsejable
obedecerle en cualquier situación.
La nueva autopista o
carretera
el tontón no la
reconoce de ninguna manera
y una voz muy sonora,
pesada, insufrible
te avisa girar en
otra dirección “cuando sea posible”
y… o desconectas tal
aparato
o te desquicia
durante todo el rato
pues si la radio te
informa de una noticia interesante
la voz tontonesca
suena a la par anulándola al instante
y si topas con una
carretera, por obras, cortada
como el artilugio no prevé
tal jugada
insiste en una
temeraria penetración
normalmente el
conductor no hace caso a tamaña obsesión
y cuando sigues una
ruta programada
pero sobre la marcha
cambias de opinión
el torrontontón mucho
se enfada
y constantemente te
recuerda tu equivocación.
Además su pantalla puede dar lugar a distracción
si miras detenidamente su mapa en cuestión
lo que es un peligro de accidente
si tus reflejos no son suficientes.
Solamente este cacharro
es más adecuado
cuando te guía a
través de una ciudad desconocida
pues normalmente no
ha sufrido cambios importantes en su trazado
quizás alguna
dirección por ahí perdida.
Así es que salvo en este
último caso de ciudad no conocida
yo me guío por las
señales blancas y azules de carretera y autopista en la ruta establecida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario