En 1981 Indiana buscó el Arca perdida
y con su látigo y sombrero de explorador
cautivó a todo público, mayor y menor
que hacía colas en los cines para ver lo que sucedía.
Indy se acercaba a los cuarenta
hombre ya hecho y derecho,
con pelos negros en el pecho
y que se aventuraba por su cuenta.
Escapaba de increíbles trampas con destreza
y era azote de espías, pillos y maleantes
descifraba enigmas y misterios con agudeza
y como no, no le faltaban bellas amantes.
Tras trepidantes peripecias y andanzas
como Indy era un machote y un hombre de bien
rescató el Arca de la Alianza
y la resguardó en un seguro almacén.
Pero el Dr. Jones siguió viajando
y en 1984 a la India llegó
allí un templo maldito encontró
y a unos pobres niños de un pérfido loco los fue rescatando.
Y como a Indiana le gustaba hacer el bien y no el mal
en 1989 se fue a rescatar el Santo Grial
y su papá le ayudó en esta ocasión
pero los nazis malos también querían el codiciado botín
así es que todos se persiguieron hasta que por fin
encontraron el cáliz en un templo antes de su catastrófica desaparición.
Y en pleno 2008, en la más rabiosa actualidad
vuelve nuestro Indiana con todas sus ganas, alegre y jovial,
ya tiene más de 60, que es toda una edad
pero es hombre de pelo en pecho y como tiene más responsabilidad
en familia (con mujer e hijo) buscan una poderosa calavera de cristal:
Al Perú se desplazan junto con unos soviéticos, que son facinerosos y perversos
y resulta que después de las aventuras, y como traca final
el cráneo se va con unos aliens por el Universo…
Papá Spielberg con esta última entrega de la saga en cuestión
ofrece lo que de ella espera la afición:
mucho entretenimiento y sana diversión,
espectáculo trepidante con buenos efectos de ficción.
Pero a los peruanos, "la peli" no les ha gustado
y el gobierno quiere que este espectáculo sea boicoteado
pues Spielberg no se ha documentado
y varios errores históricos y geográficos en el film ha estampado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario