En este año
2015 que nos ha tocado vivir
al menos, a
dos votaciones podemos ir
una, a
finales de mayo, autonómica y municipal
y otra, a
final de año, que será más general.
Nuestros
políticos se están “poniendo las pilas”
están ya
tensos y reorganizan sus filas
tienen que
“luchar” contra el paro y contra su corrupción
ellos no se
han recortado como el resto de la nación
y el
electorado no es tan tonto como a ellos les pudiera parecer
y la única
arma que tienen para controlar su gestión,
el voto que
en la urna pueden meter
puede y
debe ser de castigo para tanto “chorizo” y ladrón.
Sobran
políticos y toda su corte de “enchufados”
todos
llenos de prebendas y bien colocados.
Esto solo
se corrige si se cambia este sistema
que permite
una carrera política muy golosa
y que se
puede resumir en el siguiente lema
“Mi
vocación política es poderosa,
sustanciosa
y, para mí, beneficiosa”.
Hago una
propuesta política a continuación,
quizás
utópica, pero innovadora, para el gobierno de la nación:
La tan
jugosa carrera debe ser un servicio a la comunidad,
no servirse
de la política para su prosperidad,
y un
servicio transitorio, que se hace a la nación
con un
único buen sueldo y después a la anterior colocación.
Seguro
que con estas condiciones,
caen en
picado las políticas vocaciones...
Habría
que hacer una rigurosa selección
de
profesionales preparados para tan, ahora, sacrificada misión,
y como los
candidatos serían, más bien, insuficientes,
un comité
obligaría a entrar en concurso oposición
a los
ciudadanos que tengan estudios y preparación
para ser
políticos eficaces y competentes
haciendo un
sondeo previo entre la población.
Con tal
sistema se acabaría la partidocracia
pues
para gobernar, los partidos de la actual democracia
no se
necesitan; en su lugar, verbigracia:
Se
requieren profesionales íntegros, honorables
trabajadores,
eficaces, capaces, respetables
no mentes
mediocres sino brillantes
gente
buena, no maleantes...
Se
acabarían las campañas electorales
en las que
gastan dinero a raudales...
Incluso no
haría falta la votación
pues el
gobierno de la nación
dependería
de los tribunales
que por
concurso oposición
elegirían a
los adecuados profesionales.
Y para elegir a los comités o tribunales
un programa de ordenador escogería
con una aséptica pero adecuada garantía
entre la población, los más cabales.
Y para elegir a los comités o tribunales
un programa de ordenador escogería
con una aséptica pero adecuada garantía
entre la población, los más cabales.
Bien es
verdad que este sistema innovador
puede ser
meditado y detallado para que funcione mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario