El hombre
es un mamífero social
y le place
vivir en comunidad como tal
le gustan
las aglomeraciones
de las
grandes poblaciones.
Con el buen
tiempo las playas están llenas
hasta tal
punto que no se ven los granos de la arena
y si la
marea está alta
el espacio
para solearse falta.
Este gusto
del hombre por las concentraciones
ya queda
reflejado en las religiones
con la
parábola del pastor
que cuida
de sus ovejas con celo y primor.
Y es que
esta borreguil comparación
refleja muy
bien nuestra societaria condición
y sucede
que de esta humana facultad
se
aprovechan nuestros dirigentes con asiduidad
para
manejar a las masas humanas mejor
fomentan el
rebaño que llevamos dentro con constancia y rigor.
Primero
fueron las religiones
pues una de
sus variadas funciones
fue
controlar a las humanas poblaciones
para que
todos a una
como en
Fuenteovejuna
pensarán y
creyeran en una determinada dirección
acorde con
los intereses de los dirigentes de la nación.
Pero,
ahora, en esta época actual
con
potentes medios de comunicación
y llena de
variada y celérica información
que llena
las mentes de cualquier población
ya no basta
con cualquier religión
que
conduzca al rebaño de forma habitual.
Así es que
se buscan formas alternativas
técnicas
modernas y resolutivas
de manejo
de humanidades masivas
tales como
las drogas, el futbol, las televisiones
que junto a
las mencionadas religiones
crean una
matrix a modo de red bien estructurada
que
mantiene a la gente idiotizada
sin mucha
capacidad crítica y de reacción
y mucho
menos de lucha y revolución
ante los
abusos y chanchullos de la clase dirigente
que siempre
se han producido en este planeta sufriente.
Por eso la
gran mayoría de la población
borregomatrix
son
y son
manejados con bastante facilidad
por las
élites de nuestra sociedad.
Y
determinados investigadores
piensan que
por encima de estos gobiernos manipuladores
se sitúan
los misteriosos Illuminati
que son
como una especie de casta sacerdotal
que los
“dioses” Anunnaki
dirigen
desde las sombras del mal.
1 comentario:
Estamos perdidos, llenos de caos y ruidos. Ésto no lo arregla ni la alcaldesa Manuela.
Saludos cordiales, humano, te los desea un marciano.
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