El Universo está
sabiamente estructurado:
Galaxias, planetas,
estrellas,
asteroides, cometas y
las nebulosas más bellas
se mueven y
evolucionan en un contexto ordenado.
Hay variados
universos en múltiples dimensiones
que pueden ser
simultáneos o sucesivos
en el espacio-tiempo
de nuestras percepciones
y que nacen, se
desarrollan y mueren como los seres vivos.
Todos ellos se
enmarcan en un cosmos global,
inteligentemente
informado
holográfico y
multidimensional
en su mayor parte por
nosotros inexplorado.
Se ha afirmado que
estamos en soledad,
en nuestro planeta; ¡existimos! eso es evidente
pero si pensamos lógicamente
nos damos cuenta que
en la universal inmensidad
debe de haber más
vida, y de gran variedad:
Microbiana, vegetal, animal e inteligente
nuestro universo es
bioamigable y multiviviente.
Se pensaba que solo
había planetas en el sistema solar
pero con las, cada
vez, tecnologías más perfeccionadas
se van descubriendo
planetas sin parar
que son las unidades
universales más adecuadas
para el desarrollo y
evolución
de cualquier vida
material en cuestión.
Y aunque nuestros
científicos ortodoxos y oficiales
no han descubierto
vida en el espacio exterior
todo tipo de seres
vivientes naturales y sobrenaturales
pululan en el Cosmos
en todo su esplendor....
Por supuesto, la vida
inteligente
con toda su
gradación
también está presente
aquí en la Tierra y
en los allás, a discreción.
Las inteligentes
civilizaciones
dependiendo de su
evolución
exploran las ubicaciones
espacio-temporales
del/los Universos
existenciales.
Nuestro planeta ha sido
y es visitado
(y tal vez haya sido
creado)
por seres
inteligentes
más o menos - ja, ja - conscientes
de lo que en la
Tierra han realizado.
Pero, además hay que
considerar
que las diversas
inteligencias
son de seres de
diferentes procedencias
de ¿dentro? o fuera
del sistema solar.
Y sus visitas y asentamientos
tienen diferentes
intenciones
que las humanas
poblaciones
las podrían valorar
y también catalogar
si fueran conscientes
de esos avistamientos
como buenas, malas o
neutrantes
es decir, positivas,
negativas o insignificantes.
Y no nos podemos
olvidar
de las inteligencias inmateriales
que también tienen
derecho a estar
en los espacios-tiempos
siderales.
Me refiero a
espíritus, almas y variadas entidades
ligadas o nó a vivientes corporales
ligadas o nó a vivientes corporales
que al no tener
materia no las percibimos
pero que igual que
nosotros existimos
están presentes en el
Cosmos en grandes cantidades.
Dioses, ángeles,
demonios ¿celestes?
extraterrestres e
intraterrestres
duendes, elfos, hadas…
todas ellas - entre otras - criaturas
diversas y variadas
que recogen nuestras
leyendas y escrituras sagradas
y que por los
científicos no están todavía probadas
si es que la ciencia
puede demostrar de forma fehaciente
que tales seres
existen realmente.
De todas formas, es
de consideración
que nuestra realidad
es limitada
y nuestra mente puede
estar más o menos ofuscada
ante tanta
cosmológica proliferación.
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