8 de junio de 2006

LOS CACAENTES: 5. El retorno de los Cacaentes



Cacano: Una sala-despacho de paredes tornasoladas; una mesa oval rodeada de extrañas sillas, ocupadas por hombrecillos cabezones…

Los Cacaentes tomaron una decisión,
formaron una comisión
y tuvieron una reunión
para evaluar el tema de la abducción;
y llegaron a la siguiente conclusión:
¡Había sido un fracaso de impresión!
Así es que se llevaron una gran desilusión;
pero como tenían mucha imaginación
utilizaron su gran cabezón
para tomar una determinación.
Pensaron y pensaron
y muchos días pasaron
y al fin lo encontraron:

Llega una nueva estrategia: ¡la enteintroducción!

¡Eureka, eureka, he aquí la solución!
Cambiaremos la abducción
por la enteintroducción.

A estos hombrecillos les brillan los ojillos

Cuando una víctima encontremos
con gran ímpetu nos concentraremos
y en el nos introduciremos.
¿Qué planeta elegiremos?

La sufrida Tierra tenía que ser…

La Tierra tiene mucha variedad;
muchas plantas y animales vemos
que son una preciosidad.

para los humanos poder escoger…

Y en especial hay unos bípedos
que son bastante divertidos;
con ellos hemos hecho híbridos
implantados y abducidos;
así es que los tenemos conocidos.

Estos entes toman precauciones

Ahora nos haremos invisibles, es prudente
para asegurar la operación
en lugar de los presentes
¡Seremos los introducentes!
y con el poder de nuestras mentes
lograremos esta misión.
Y dicho y hecho, al trabajo se pusieron
y en busca de terrícolas fueron.

El planeta Tierra: una aldea campestre

En La Tierra aterrizaron
y un primer incauto encontraron.

Antes de operar
han de reflexionar

Que de entre nosotros salga un voluntario
para esta primera operación.
Oxal es avezado y temerario
y tiene gran experiencia en la abducción.

¡Atención!
se ha de realizar la invocación

Para realizar tal transformación
unas palabras mágicas se invocan
que entonces te colocan
presto a ejecutar la acción:

¡Concéntrate Cacaente:
no pretendas ser presente
sino invisible introducente
y en lugar de una implantación
¡Practica la enteintroducción!

Pero el acto no salió según lo esperado…

De esta forma invocó Oxal,
tal vez con inexperiencia lo hizo,
quizá le faltó concentración,
¡Este ente es un cenizo!
y le salió mal la operación;
digo mal... ¡le salió fatal!
Tal fue su concentración
con tal fuerza y tesón,
que Oxal invisible se tornó
y en el pobre humano se metió;
pero de la impresión que le entró
sin poder parar se pedorreteó
y tanta energía empleó,
que mucho se calentó.

y surgió lo imprevisto

El pobre paria parecía
una traca incandescente,
mucho ruido emitía
a base de pedorreteos calientes;
y de forma inusitada
y llamando mucho la atención
a sus vecinos espantaba
con tanto tufo, ruido y calentón.

El fracaso flotaba en el ambiente

Oxal estaba sorprendido,
los Cacaentes desconcertados,
los terrícolas habían huido
con tanto pedorreteo concentrado.

Y los entes no tenían consuelo…

¡Oh, Cacaente presente
implantante, hibridante y abducente;
has querido ser introducente
y te has convertido en otro ente,
ente cacaliente, cacoliente y pedorrente!

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